domingo, 15 de abril de 2012

BREVES COMENTARIOS PERSONALES A LAS RECIENTES REFORMAS DEL ARTÍCULO 24 CONSTITUCIONAL

-RAÚL CONTRERAS OMAÑA
En su “Discurso sobre Tito Livio”, Nicolás Maquiavelo escribió: “Jamás hubo estado ninguno al que no se diera por fundamento la religión, y los más prevenidos de los fundadores de los imperios le atribuyeron el mayor influjo posible en las cosas de la política.
Sin embargo, no debemos de pensar que un genio como Maquiavelo ignorase los males que con la entrada de la religión al poder caían sobre el pueblo, que considerase que el permitir la participación de la religión en la política fuera una medida noble, o que el perpetuar las teocracias era una sabia elección.

Maquiavelo conocía el poder que como medio de control de las sociedades tiene la religión, y fundamentaba su recomendación en tres puntos:
a)Primero, por mucho que le disgustase, tenía que reconocer que la religión fue el primer impulso que permitió pasar a las naciones de la ferocidad prehistórica hacia la sociabilidad de las civilizaciones.
b)Segundo, la experta manipulación de los líderes del clero puede permitir al gobernante usarlos como herramienta para justificar sus acciones ante un pueblo creyente e ignorante, empleándolos como parapeto y vía de persuasión.
c)Tercero, la religión es una herramienta útil para convencer a las sociedades de que los riesgos que se corren con ciertas decisiones del poder están destinados a conseguir el bien, porque cuentan con las bendiciones de una divinidad cualquiera.

El papel que han jugado las religiones dentro del Estado a través de la historia es confuso en el mejor de los casos. El echar mano de un principio intrínseco en el hombre como es la fe para manipularlo y acallarlo ha sido una herramienta política tan antigua que se tiene evidencia de su uso desde las sociedades egipcias y sumerias. Y resulta frustrante que más de 4000 años después
no podamos darnos cuenta de que nuestro gobierno actual, al permitir las declaraciones e intervenciones políticas de la iglesia católica, sigue jugando con las voluntades del pueblo a su antojo.

Pero la iglesia no tiene que olvidar un principio fundamental: la religión en el poder es, como cualquier otra herramienta, dispensable y reemplazable. Cuando los Reyes han dejado de necesitar de los líderes del clero, o cuando éstos han intentado usurparles el poder, el gobernante simplemente les ha mandado cortar la cabeza.

domingo, 5 de febrero de 2012

POEMA A LA HUMANIDAD PERDIDA

RAÚL CONTRERAS OMAÑA


Entiendo que el hombre
de repente pregunta y calla,
extingue su futuro en caminatas
que se dirigen a la noche
o al reflejo de su soledad.
Pero en realidad son sus vacíos
y sus biografías inconclusas
quienes lo llevan a cruzar el río
de los amores perdidos,
de las palabras no dichas,
de la roja espera de la vanidad.
Es el tiempo necio que se queda
escondido detrás del verso,
tatuado en la vida transparente
que creemos vivir.
Entiendo que el hombre es comienzo
de un libro desmemoriado
cuyo autor cayó dormido
justo antes de escribir el final;
y desde entonces vagamos
entre introducción y epílogo
confundiendo letras y versos y vivencias
con la insatisfacción
de sabernos inacabados.
Quizá algún día un niño llegue
y termine de dibujarnos...
pero para entonces habrá
una nueva historia
con atardecer de dolor distinto,
con horas que fluyan
y caricias que se queden;
entonces estaremos listos
pero ausentes,
seremos el recuerdo de un deseo
que nunca llegó a ser,
y quienes construyan el mundo
con blancas rocas
listos para pintarlas con su desesperanza
descubrirán que fuimos,
que ya no estamos,
que la necia persistencia
se encargó de olvidarnos,
y que entre norte y sur
-en un lugar cercano
al cajón de los amaneceres-
fuimos un buen proyecto
una buena idea del Dios equivocado,
y que en el agua perdimos nuestro polvo
en espera de que, algún día,
alguien vuelva a crear la humanidad
con estatuas de sal
dignas de ser destruídas por el fuego.