domingo, 1 de noviembre de 2009

DEMOCRACIA Y MUNDO CIEGO

-RAÚL CONTRERAS OMAÑA-

El día de ayer, tras participar por tercera ocasión como Catedrático con el equipo de la Escuela de Cuadros del ICADEP-PRI Hidalgo con el tema “Debate”, recibí como obsequio de manos del Ingeniero Juan Antonio Larios, buen amigo y presidente del Instituto antes mencionado, el libro titulado “Mundo Ciego”, escrito por el periodista y politólogo Sarkis Mikel Jeitani.

Mentiría si dijese que en unas cuantas horas he podido leerlo por completo, pero si puedo comentar lo siguiente, encontrado en sus páginas iniciales, y que me ha provocado inquietantes reflexiones.

Una de las primeras frases que atrajo mi atención se encuentra apenas en la introducción de la obra, en palabras directas del propio Jeitani: “La democracia generaliza derechos y abre espacios, pero fue incapaz de generar mayor derecho de igualdad”.

Esta no es una afirmación cualquiera. Es una visión cruda y realista, un resumen de impacto frontal en apenas dos líneas, de lo que quienes buscamos conocer un poco más a profundidad las realidades de la Democracia, más allá de su teoría y su historia, realmente pensamos.

Y es que aunque la democracia se ha levantado hasta ahora como la mejor forma de gobierno en el mundo occidental, aún se encuentra lejos de ser perfecta. A pesar de que el ideal democrático –o, en todo caso, democratizador— promete una organización del Estado por el pueblo y para el pueblo, en la práctica el proceso de selección de quienes con el tiempo se convertirán en los representantes del pueblo aún permanece oculto tras un grueso cortinaje para el resto de la sociedad.

Dice también Jeitani: "En el nombre de la democracia los partidos y los líderes políticos han creado dificultades enormes de igualdad, exclusiones crecientes causando desconcierto y provocando insatisfacciones populares con este sistema que se percibe cada vez más limitado e incapaz de incidir en el entendido de la vida política y social".

¿Qué tan real y participativa es nuestra democracia? ¿Cuál es la verdadera validez de cosa tal como la Democracia Indirecta a principios del siglo XXI? ¿Es posible que millones y millones de seres humanos en todo el planeta realmente estemos viviendo –sin percatarnos— dentro de un Mundo Ciego, provocado por la espesa nube de tinta y humo que los poderes políticos y fácticos van dejando tras de sí?

Es momento de que la democracia evolucione, suba al siguiente escalón de su proceso histórico y arrastre con ella a la humanidad. Las sociedades deben transformarse de raíz, volverse verdaderamente TRANSPARENTES y PARTICIPATIVAS, y escapar de las trampas de la democracia dirigida y de las mentiras de la falsa representatividad.

Quiero cerrar esta columna con las que hasta ahora me han parecido las mejores frases del libro que hoy comentamos:
"Por un lado no podemos mejorar las condiciones que genera esta incoherencia de la humanidad, y por el otro tampoco podemos resolver la confusión que ocasionó la ceguera. (...) Esperamos morir pronto para no ver este planeta en la euforia de su venganza contra el hombre".

Hasta la próxima semana.