-RAÚL CONTRERAS OMAÑA
Hoy deseo puntualizar algunos datos sobre los hábitos de
lectura en nuestro país que, como se publicó hace algunos días, ocupa el
vergonzoso penúltimo lugar mundial en este rubro.
Comenzando con el número de libros que los mexicanos tienen en casa, en encuestas
realizadas a población abierta en tres grandes ciudades de nuestro país (DF,
Monterrey y Guadalajara) se encontró lo siguiente: hasta el 81% de los
encuestados reportó tener libros en casa; pero de todos estos 5% tienen sólo de
uno a cinco libros, 36% de cinco a diez, 37% entre diez y cuarenta y nueve
libros, y sólo el 3% tienen más de 50. No perdamos de vista que existe un 19%
de entre miles de encuestados que aceptó no tener un sólo libro en casa –es
decir, dos de cada diez mexicanos aceptan que manejan un nivel de lectura nulo-.
Además, durante las preguntas iniciales, los encuestados consideraron como
"libros" tanto las novelas y textos de consulta como los diccionarios
escolares, cómics y revistas de espectáculos. Al eliminar de las respuestas
todos estos elementos las cifras sufren cambios alarmantes: el porcentaje de
mexicanos que no tiene en casa un libro que pueda considerarse “real” aumenta a
un 45%. Y un tercer dato importante: del 73% de encuestados que reportó tener
de 5 a 49 libros, sólo el 5% aceptó haber leído por lo menos la tercera parte
de los mismos.
Dentro de los encuestados que afirman tener entre 10 y 49
libros en casa (de los que prácticamente todos ejercen alguna profesión) del 80
al 100% de sus textos se relacionan con un sólo tipo de materia: la de su
ejercicio habitual. No existe variedad suficiente en cuanto a contenidos, y las
lecturas sobre arte, poesía, novela u otras áreas resulta ser escasa.
Así, el aparente promedio de 2.9 libros leídos por
persona por año en nuestro país es obtenido considerando cómics, diccionarios y
libros de cada profesión. Pero si nos atenemos a los números de lectura real de
libros de cultura general la verdad es que en México el promedio de libros
leídos al año es menor a 0.5 por habitante. Y si queremos cifras todavía más
tristes, vamos a lo monetario: el promedio de pesos que cada familia emplea al
año para comprar libros es de $276, y por persona no supera los $72; y si
comparamos el gasto anual total nacional que se emplea en compra de libros con
otros rubros, veremos que en México se gastan al año casi cuatrocientos
millones de pesos más para adquirir electrodomésticos y línea blanca, y hasta
cuatro mil millones de pesos para comprar bebidas alcohólicas.
¿Por qué son importantes estos datos? Consideremos que en
países como Noruega o Alemania, que ocupan los primeros lugares de lectura a
nivel mundial, el
promedio de libros leídos completos en un año por cada habitante va de los 24 a
los 35, muchos más de los que la gran mayoría de los mexicanos llegan a
tener en sus hogares durante toda su vida.
Deprimente, ¿verdad?
Hasta la próxima semana.